miércoles, 17 de noviembre de 2010
Carta abierta a la contradicción (Del ensayo del cretácico)
"No. Usted no es intelectual. Usted posee una serie de aprendizajes y saberes estructurados por una experiencia determinada. De modo tal, que es la relatividad de esas experiencias lo que le da identidad y diferencia en grupos homogéneos a esas prácticas, costumbres o vivencias. El intelectual desarrolla una forma crítica de pensar, o sea; es un rompepelotas per sé. Pero no porque le resulte poco funcional la luz amarilla del semáforo, porque los carritos del supermercado deberían de llevar alarmas de proximidad entre ellos o porque no tolera a los bipolares de las bicimotocicletas. No, nada de eso. Su pensar se desenvuelve de ese modo porque no es un receptáculo vacío, el cual se llena infinitamente por el conocimiento, sino que se pelea con los escritos, se pelea con los conceptos, no acepta que las oraciones en prosa deslumbrante le ocnubilen la vista y dejen soltar la dopamina para obturar el pensamiento crítico. No. Usted no es intelectual. Usted es inteligente. Transforma los problemas en soluciones prácticas sin tener que recurrir a un papel. Eso es la inteligencia. Lo que usted no puede discernir, es que hay otros saberes ajenos al suyo, que no debería de calificar como "degradados", sino como "otros". Es la alteridad del saber. Él sabe cosas que usted no sabe, pero usted cree que las cosas que usted sabe son más importantes o tienen más valor que las que él sabe, ya sea porque tiene el apoyo de la institución académica a su favor, el apoyo de una profesión o el apoyo de una jauría esquizofrénica y paranoica de peronistas sin Perón. La inteligencia tiene los saberes adecuados para obrar en el momento. El intelectual tiene todo el bagaje para construir mediante lápiz y papel. El inteligente es el que le ha construido ese lápiz y ha ejecutado a la perfección la matriz de la resolución temporal. Ahora bien, considerando que no hay una precisión matemática para medir los porcentajes de convivencia de ambas aptitudes en una persona, le pregunto: ¿realmente elegiría pasar su vida intentando ser intelectual?. El inteligente no necesita esta pregunta. Él la vive."
domingo, 7 de noviembre de 2010
Nerhoma VIII
"Hacia donde vayamos, todos llevamos una mochila con nuestros problemas. A veces su carga interior entra en un bolsillo, otras veces necesitamos un remolque para trasladarnos. A veces la abrimos y dejamos que el resto vea su interior, otras veces husmeamos en las ajenas. A veces la consideramos un objeto molesto e innecesario, otras veces nos mimetizamos tanto con el objeto que pasa a ser parte de nuestra identidad, como lo único que nos define. A veces se mofan de nuestra poca memoria y de que olvidamos las cosas; pero cúanto mejor sería olvidarnos la mochila en cualquier lugar..."
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