viernes, 30 de julio de 2010

El Templo de Nerhoma


Este es el Templo de Nerhoma en las montañas del Tibet. Actualmente se encuentra en construcción (la foto puede diferir del producto). En el sendero perpendicular para acceder se puede vislumbrar el cartel de bienvenida y su traducción:

"Bienvenidos a la luz. Aquellos discípulos que puedan adaptarse a la denigración y la bardeada del Maestro, serán aceptados. Aquellos discípulos que ayuden al Maestro a bardear y denigrar a los otros discípulos, serán aceptados. Personas moralmente correctas, abstenerse. Venid hacia la montaña, pues no vamos a ir hasta allá ni en pedo, ya encontramos un terreno a bajo precio cómo para andar moviendo todo y es un quilombo viste..."

jueves, 29 de julio de 2010

Las Recetas del Chef Orro II

Luego de un tour por la Mesopotamia, Burkina Faso, Cali y un período sabático en Devoto y Guantánamo; vuelve el Chef más codiciado por excéntricos culinarios y homicidas gastronómicos.

Voy a propiciarles la receta más efectiva para obtener una cena deliciosa con poco esfuerzo. Los materiales e ingredientes a utilizar son:


· Un amigo/familiar/conocido neurótico-obsesivo-compulsivo que tenga una empleada doméstica.


· Mmm.. sólo eso.

Nos excusamos de algún modo para introducirnos en la casa del sujeto en cuestión. Una vez adentro, ponemos en acción los siguientes ítems:


· Corremos la alfombra de bienvenida unos 5 cm a la izquierda.


· Cambiamos el lugar de la llave de la puerta de entrada, por el de la llave del garage que se encuentra a 26 mm de diferencia.


· Nos inmiscuimos sutilmente en la habitación del individuo para mezclar algunas prendas de ropa interior con las remeras. Luego desacomodamos su calzado unos 14 grados de su posición original.


Lo más probable es que luego de ejecutar el tercer item, el sujeto entre en un colapso nervioso o en el peor de los casos, muerte... por colapso nervioso. De no ser así, seguramente acudirá en busca de ayuda para apaciguar la cólera latente o buscar alguien en quien descargar la ira en pleno clímax. Sólo hay que evitar obstruir el camino, para luego ver cómo se desorbita al percatarse que la llave de entrada no se encuentra en el lugar correspondiente y la alfombra de bienvenida no está en escuadra perfecta con la puerta.

Una vez finalizado el brote, le pedimos a la empleada doméstica que nos ayude a traer el cuerpo en la vereda que yace desamayado a causa del arrebato contra un poste de luz, y aprovechamos para decirle que nos quedaremos hasta la cena para cuidar a nuestro querido amigo hasta que recobre la conciencia; para ello le pedimos que nos prepare una rica comida.

PD: Si llegamos a la casa y nos abre la puerta el sujeto neurótico-obsesivo-compulsivo, en lugar de la empleada doméstica; lo único que tenemos que hacer es indicarle que la alfombra está fuera de escuadra. Y voilá, a disfrutar.
Si queremos asesinar al sujeto sólo le pateamos la alfombra de bienvenida bien lejos.

Saludos desde el pabellón 14

Gustav Duv Orro

jueves, 22 de julio de 2010

Dedicatoria II

Nerhoma está on fire, esta vez para el aniversario del muchacho con los arbustos nacientes entre los pómulos y las orejas.

"Las cosas no aparecen cuando las buscamos. Las cosas no aparecen 
cuando las dejamos de buscar. Las cosas aparecen cuando 
no recordamos para qué las necesitábamos, 
lo cual crea una paradoja existencial 
en el momento de su aparición."

martes, 20 de julio de 2010

La Disciplina del Rom, Per Se


El juego de palabras del título no debe tomarse con liviandad. Puedo decir con temple que un porcentaje de la población humana esta particionado para la gente con una destreza impecable en la habilidad de romperse. Es más fácil pronunciar esto, cuando nos hemos roto una nalga pateando una circunferencia sin destino. Y no estamos hablando de la suspicaz metáfora en la cual reemplazamos el "Nos ganaron por diez goles de diferencia" por la premisa redundante que se estanca en "Nos rompieron el or...". No, acá no hay ninguna figura retórica. Esto es literal. Uno se puede romper una nalga en su interior sin necesidad de incurrir en metáforas linguísticas. La novedad, sorpresa, arrebato -como quiera llamársele- está en la posibilidad del relato de la lesión. ¿Cómo formularlo para que no tenga doble sentido en primera instancia? Yendo un poco más lejos, cómo explicar al masajista/kinesiólogo/proctólogo/zapatero? (siempre hubo una relación inherente a una frase que mi madre me ha dicho desde chico "Te voy a enterrar el zapato en el orto que te lo va a tener que sacar el proctólogo"). En fin, cómo explicar que la zona a tratar es delicada porque uno conserva un poco de su heterosexualidad por más que la gente le diga lo opuesto sólo por vestirse alguna que otra vez de travesti, doblar las muñecas cuando habla, tener algún desliz esporádico del inconciente catalogado como punto de capitón (por ejemplo "me gusta el rabo con peluca" que se escapa sin querer entre los labios); estos ítems son únicamente un estereotipo del sujeto que está a punto de comprar una franquicia en la sucursal más grande de Criollitas. Y si la hipérbole no alcanza, lo lamento, pero que quede claro que cualquier tipo de chiste queda relegado en el casillero de lo trivial y los lugares comunes. Si alguien va tener la osadía de emitir una gastada en virtud de esta desgracia, que sea muy innovadora. No quiero ni poner en la mesa la posibilidad de que siga dirigiéndome al masajista solamente por una cuota de placer en la zona dañada.

PD: No es Nícolas el de la imagen del trasero.

Dedicatoria

Por ser el cumpleaños de un licenciado con exceso de arbustos en el labio superior, va dedicada esta célebre frase del nuevo profeta, Nerhoma:

"Si querés romanticismo, comprate una máquina del tiempo
 y andá a visitarlo a Baudelaire..."