jueves, 29 de julio de 2010

Las Recetas del Chef Orro II

Luego de un tour por la Mesopotamia, Burkina Faso, Cali y un período sabático en Devoto y Guantánamo; vuelve el Chef más codiciado por excéntricos culinarios y homicidas gastronómicos.

Voy a propiciarles la receta más efectiva para obtener una cena deliciosa con poco esfuerzo. Los materiales e ingredientes a utilizar son:


· Un amigo/familiar/conocido neurótico-obsesivo-compulsivo que tenga una empleada doméstica.


· Mmm.. sólo eso.

Nos excusamos de algún modo para introducirnos en la casa del sujeto en cuestión. Una vez adentro, ponemos en acción los siguientes ítems:


· Corremos la alfombra de bienvenida unos 5 cm a la izquierda.


· Cambiamos el lugar de la llave de la puerta de entrada, por el de la llave del garage que se encuentra a 26 mm de diferencia.


· Nos inmiscuimos sutilmente en la habitación del individuo para mezclar algunas prendas de ropa interior con las remeras. Luego desacomodamos su calzado unos 14 grados de su posición original.


Lo más probable es que luego de ejecutar el tercer item, el sujeto entre en un colapso nervioso o en el peor de los casos, muerte... por colapso nervioso. De no ser así, seguramente acudirá en busca de ayuda para apaciguar la cólera latente o buscar alguien en quien descargar la ira en pleno clímax. Sólo hay que evitar obstruir el camino, para luego ver cómo se desorbita al percatarse que la llave de entrada no se encuentra en el lugar correspondiente y la alfombra de bienvenida no está en escuadra perfecta con la puerta.

Una vez finalizado el brote, le pedimos a la empleada doméstica que nos ayude a traer el cuerpo en la vereda que yace desamayado a causa del arrebato contra un poste de luz, y aprovechamos para decirle que nos quedaremos hasta la cena para cuidar a nuestro querido amigo hasta que recobre la conciencia; para ello le pedimos que nos prepare una rica comida.

PD: Si llegamos a la casa y nos abre la puerta el sujeto neurótico-obsesivo-compulsivo, en lugar de la empleada doméstica; lo único que tenemos que hacer es indicarle que la alfombra está fuera de escuadra. Y voilá, a disfrutar.
Si queremos asesinar al sujeto sólo le pateamos la alfombra de bienvenida bien lejos.

Saludos desde el pabellón 14

Gustav Duv Orro

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