miércoles, 4 de agosto de 2010

Carta al Inconciente

Mi estimado Inconciente:

Quería comunicarle amablemente, si no era mucha molestia, que deje de torturarme mientras mi cuerpo reposa por la noche. Ya he lidiado bastante con el punto de capitón y escapes sutiles de su modo de operar, por lo cual he sido objeto de burla y alguna bofetada también, pero he logrado mantenerlo anestesiado y le he ganado un par de batallas, debe reconocerlo. Por lo tanto, le pido que no me ponga en situaciones que anhelo profundamente (sobretodo en cuestiones de piel) de las que voy a despertar añorando un contexto lejano a corto plazo, para volver a pestañear y soñar con uno más cercano a largo plazo. Ya me ha demostrado en diversas ocasiones las dificultades que tengo que afrontar, y le aseguro que me las he enfrentado con la frente en alto, pero a veces dejan de depender de mi conciencia, de mis acciones, de su inconciencia, de sus fugaces brotes a la luz. Quisiera retomar los tópicos en dónde saltaba de un acantilado con un pañal en lugar de un paracaídas, donde visitaba París que se encontraba en el fondo de mi casa, donde tocaba un arpa mientras se prendía fuego el sistema capitalista, donde corría por la sábana desnudo mientras perseguía a un leopardo que me había afanado un espantasuegras, donde los sueños eran simplemente sueños, y no un boceto de lo verosímil. No hay necesidad de mostrarme aquello que no es, de hacermelo sentir, para luego arrebatármelo en el amanecer. Esto es una simple sugerencia, una advertencia. La próxima será una carta documento e iniciaré acciones legales. Y si eso no es suficiente, habrá represión.

Atte. La Conciencia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se trata de anestesiarlo sino de sublimarlo, para lo cual la locura creativa y compartida es la mejor herramienta. No lo reprimas. Amigate.

Filosofía del "Sensei Timotolkki"

Unknown dijo...

Gracias Sensei, sus palabras siempre son valoradas. Le voy a poner la intro de una letra, un poco fuera de lugar en la música (pero es muy divertida), pero nunca fuera de lugar en la letra...

"Yo pensaba que podía dominar la situación, y ahora vengo a darme cuenta de mi error
Suponía que tenía controlada la emoción, pero soy como una nena en camisón.
Pretendía ser mi guía, siempre termino en el mismo callejón...
Y es que a cada nuevo intento ya ni yo me creo el cuento de que vaya algo a cambiar.. y asi me entrego al baile sin pensar..."

Le suena familiar Sensei?? Búsquela en Iutú sino..