Dentro del oxímoron contemporáneo que titula este artículo, se halla la metáfora perfecta para evadir las maniobras ilícitas y ejecutarlas dentro del marco de la moral, la ética y la legalidad moderna. En algún punto rozando el paroxismo, se proponen una serie de irregularidades con soluciones parciales en forma de acumulación caótica:
· No podemos denunciar a una obra en construcción por alborotar nuestro amanecer en el período de vacaciones, pero podemos aprovechar la ocasión para comprar una batería con doble bombo y practicar junto con el bullicio de la obra camuflando los sonidos y evitando denuncias vecinales. No podemos denunciar al banco por estupidez burocrática que acarrea pérdida de tiempo, pero podemos justificar que estábamos comprendiendo una cita bíblica por primera vez cuando decidimos lanzar un piedrazo en el preciso momento que caminábamos por la vereda del banco (excusándonos que leímos "pescado" en lugar de "pecado"). No podemos tocar tópicos religiosos o políticos en una fecha de festividad alegre o cumpleaños, pero podemos embriagarnos con una damajuana bien tibia y cada vez que cometemos una estupidez, imprecamos "me cago en Dios" y nadie debería sentirse ofendido por la blasfemia. Podemos ir invitados a un cumpleaños sin saber el nombre del protagonista principal, pero para compensar debemos volver acompañados por partenaire de cuyo nombre nunca nos acordaremos. No podemos olvidar que es ilegal doblar a la izquierda en una avenida si no hay un semáforo que lo permita; pero podemos atravesar la intersección, clavar los frenos a los cinco metros, poner reversa hasta llegar a la esquina y retroceder doblando para quedar frente a la calle que necesitábamos tomar (es importante usar el espejo retrovisor para no atropellar un peatón que esté cruzando dentro del marco vial legal). No podemos manejar un vehículo si hemos bebido una copilla de más, pero si nos encontramos en esta situación y nos percatamos de que a veinte metros tenemos un control de alcoholemia: frenamos, pinchamos un neumático y pasamos por el control empujando el vehículo sin caernos ni vociferar groserías de ebrio. Puede haber amistad con roce sexual bajo circunstancias sobrias o de toxicidad, pero en el día posterior por lo menos una de las personas tiene que arrepentirse, para no sentar jurisprudencia. No podemos robarnos elementos del trabajo diariamente, pero podemos robarnos parte de él todos los días (por ejemplo: nos llevamos el microprocesador, la memoria y un disco hasta completar la pc. Nos llevamos las butacas, el arbol de levas y el radiador hasta completar el automóvil). No podemos cantar victoria antes de tiempo, pero podemos gastar al rival hasta que la competencia sea suspendida por abandono o riña. No podemos acabar con el capitalismo, pero podemos apartarnos del sistema e irnos a un templo en el Tibet. No podemos ser millonarios de un día para el otro, pero podemos pisar gente, ganar "amigos" para perder otros pisando gente, generamos discursos demagogos comprando gente, para luego pisar nuestros discursos demagogos, confundir a la gente pisada y ganar "amigos" que nos van a comprar poder, que nos va a traer dinero evadiendo al fisco, lo que nos va a permitir hacernos ricos de a poco mientras pisamos a gente más cercana para que cuando seamos millonarios nuestros verdaderos antiguos amigos nos llamen para renovar la amistad con el dinero y algún puesto laboral lejano a su profesión y, de este modo, cumplir nuestro objetivo principal: recuperar a nuestros amigos en la cúspide del poder. (Nota importante: éste último ítem sólo puede ejecutarse dentro del chiquero político)
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