Otoño. Te despertaste justo porque el rayo de sol que entraba por la persiana te estaba perforando la córnea. Glorioso día de sol. El noticiero lo anunció. Te vestís para ir a trabajar de la forma habitual, mirás un poco de tele y ves que está anunciado un día despejado, con el sol derritiendo el pavimento y las nubes siendo sólo efímeros detalles del cielo. "28 de máxima, 20 de mínima". Perfecto. Va a hacer calor pero se va a poder tolerar seguramente.
El día fue ideal. Estuviste encerrado en el trabajo mientras podías haber estado en alguna pileta en el Caribe. O en algún mar en Villa Tesei. O sea, mientras no sabías si afuera ocurría la 3° Guerra Mundial o si se estrellaba un dirigible piloteado por Barney en la esquina, algo te hacía pensar que el mundo de afuera no laburaba y disfrutaba de semejante día. Nada de eso importa. Ya tendrás tu venganza. Mientras ellos estén trabajando vos vas a tener tu semana de vacaciones en Marzo que seguramente disfrutarás un día, porque el resto de los días que te sobran tenés que hacer los trámites y pelotudeces importantes que dejaste para hacer en las prolongadas vacaciones que te dan.
Se termina el día laboral. Huís ferozmente hacía los pocos rayos de sol para que puedas hacer un mínimo de fotosíntesis y sentir que en algún momento mientras estuviste laburando.. fue de día. Ah,¿qué? ¿Vos tenés ventanas en tu laburo?. Bendito sea el ser misericordioso que se apiadó de vuestras almas para ofreceros una luz regular y ténue con la cual trabajar. Condenado aquel frívolo que te puso dentro de un laboratorio de luz artificial lleno de tubos de ensayo y experimentos con chimpances que leen a Sartre y juegan a la ruleta rusa. Pero... momento, ¿que ocurrió?. Saliste a la calle y hay una nube color negro mezclado con un poco de violeta y otro poco más de negro más obscuro. Mmm.. ¿Qué pasó? ¡Si el servicio meteorológico jamás se equivoca!. "Seguro que no llueve, es solamente una nube pasajera", tratás de autoconvencerte. Pero hacés dos pasos más y en la esquina vez el horizonte: "Bueno, es una nube pasajera de 240 km nada más". Nada de eso. Tres cuadras antes de subirte al transporte, te agarró el diluvio. Las gotas son como meteoritos, pero estas no se desintegran con la capa de ozono. Al contrario, parece que se unen en el trayecto de caída para pegarte más fuerte en la nuca. Cuatro gotas seguidas en la cabeza y declaran KO técnico.
¿Como podés terminar tan mojado si fueron tres cuadras solamente? Y bueno, no tenías paragüas para protegerte. Ni sombrilla. Ni snorkel. Ni lancha. Ni un cd de Cacho Castaña. Ni la biografía de Vilma Palma e Vampiros. Ésas son las causas por las cuales terminaste como un trapo sin escurrir. ¿A quién le debemos la gracia divina de ser empapados y ensuciados por los colectivos que pasan cerca de la vereda y producen el tsunami de agua, latas, papelitos, chicles y restos cloacales? ¿A San Pedro? ¿Acaso tenemos que esperar para morir y darle una golpiza por cagarte el día con una lluvia imprevista? No, para nada. Busquemos algo más tangible. ¿Los profesionales del servicio meteorológico que son los encargados del azar del tiempo? Y.. podría ser. Pero ya estás muy enojado como para salir a la calle a buscar a unos sujetos. Demasiado trabajo. Encima llovió media hora y se renovó el calor aún más. La humedad está en 184% y parece que volvió a salir el sol... a las 22 hs. ¿Dónde descargamos la ira? Sí, en la tele. ¿Quién fue el mediador entre el meteteelclimaenelortólogo y vos?. La tele. Agarramos nuevamente un objeto contundente y lo arrojamos a una distancia aproximada de 10 cm al tubo del televisor (para no errarle, a ver si le pegamos al equipo de música que no tiene nada que ver. A no ser que hayas escuchado por la radio lo del clima, entonces sí. Y si lo sufriste en ambos electrodomésticos, vas a necesitar dos objetos contundentes). Mañana salís con el paragüas, por las dudas, y después de trabajar te comprás una buena tele de 14 pulgadas.
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